En el año 2024 se presentaron 520.272 accidentes de trabajo, con una tasa anual de 4,02 eventos por cada
100 trabajadores, aunque la tasa disminuyo la cifra sigue siendo alarmante.
En el entorno empresarial actual, caracterizado por regulaciones cada vez más estrictas en seguridad y salud en el trabajo, los empresarios colombianos deben ir más allá del simple cumplimiento normativo. Es imperativo adoptar una visión estratégica que integre aliados clave en la gestión del riesgo, y uno de ellos es el intermediario de seguros.
Lejos de ser un simple canal de venta de pólizas, el intermediario se convierte en una figura esencial para reducir el riesgo jurídico, técnico y financiero que representan los accidentes de trabajo y enfermedades laborales, protegiendo no solo a los empleados, sino también la continuidad del negocio.
Por todo lo anterior, el intermediario de seguros debe contar con la experiencia suficiente para que, a través de su oferta de valor, la empresa disponga de un aliado estratégico, comprometido y técnicamente sólido. Su rol debe permitir anticiparse al riesgo, responder de manera eficiente ante la ocurrencia de un siniestro (accidente) y contribuir al control de los factores que puedan poner en peligro la continuidad operativa del negocio.